Comunicación y conflictos socio
ambientales en el Perú
Radios educativas y comunitarias en
la encrucijada
Durante los últimos años la actividad de
extracción de minerales ha crecido de manera significativa en el mundo y el
Perú ha sido uno de sus importantes campos de expansión. En este contexto, los
gobiernos sucesivos han implementado progresivamente, desde 1990, una serie de
reformas destinada, en primer lugar, a facilitar las inversiones orientadas a
la explotación de los recursos mineros y, en segundo lugar, a mitigar los
impactos negativos que pudiera tener esta explotación.
Los medios de comunicación
últimamente están obteniendo gran trascendencia y aún más cuando se habla sobre
algún conflicto socio-ambiental, teniendo participación directa e indirecta en
decisiones, pues esto afirma y sostiene el gran poder de persuasión de los
medios. Este poder de los medios llama la atención de estas grandes empresas
dedicadas a la extracción de minerales y derivados de la misma, para utilizarla
en muchas ocasiones a beneficio y enriquecimiento propio, dejando de lado la ayuda e interés comunitario.
Lo irónico es que en las localidades
con presencia de gran cantidad de minerales y presencia de estas grandes
empresas, son las más pobres del país, y por si fuera poco su calidad de vida y
situación económica va decreciendo a medida que pasa el tiempo. Esta
repercusión económica no perjudica al estado, pero porque hablar de estado, si
el famoso “Chorreo” no funciona literalmente para las grandes mayorías del sector.
Pero sin lugar a duda, la radio
cumple un rol imprescindible en temas de conflictividad, por la distancia
y accesibilidad a los rincones más
alejados de nuestro país, fomentando y contagiando la calma entre la población.
Sirviendo de eje central entre ambas partes, para así poder llevar a un acuerdo, y descartas desenlaces
violentos que obstaculizan el desarrollo e impiden el avance del país.
Es complicado hablar de neutralidad,
debido ciertas condiciones generadas por los propios protagonistas, ya que gran
parte de medios de comunicación, radios específicamente, tomando el nombre de
“Radios Comunitarias”, quienes poseen vulnerabilidad económica, incurren en
posiciones poco aceptables, convirtiéndose prácticamente en voceros incondicionales
de dichas empresas, a favor de la inversión minera a cualquier costo, dejando
de lado el impacto ambiental que podría ocasionar si no cumpliese con los
estándares requeridos. Pero es
rescatable que un pequeño sector cumple con
la objetividad en su trabajo y
están basadas en la realidad, desde una política definida, tratando siempre de
plasmar aquello que se observa, constata mediante evidencias sostenibles,
incluso basándose en la opinión de la ciudadanía y todos concernientes al tema.
Con
relación al campo de las representaciones que construye la prensa, cabe señalar
que las agendas mediáticas en general no ponen de relieve los problemas y
necesidades de los sectores pobres, excluidos y marginados, a quienes por lo
general se los presenta como víctimas de las circunstancias o como sectores de
la población que en algunas situaciones expresan con “violencia injustificada”
su descontento y malestar. No hay un seguimiento permanente respecto a los
problemas ambientales y se informa de manera muy superficial y sesgada sobre
los conflictos y movilizaciones sociales. Los medios de alcance nacional por lo
general no tratan todas las etapas de los conflictos, se concentran en las
fases de escalada y especialmente en las crisis si estas conllevan violencia.
Por
último cabe resaltar que los conflictos socioambientales se ha incrementado
notablemente en los últimos años en nuestro país, a causa de estructuras
marcadas de carácter político y sobretodo económico, no olvidemos el factor
comunicativo entre empresas mineras y miembros de comunidades, ocasionado en
muchos de los casos por la ausencia de presencia del estado, o que la misma
actué a favor de las empresas mineras, incluso sin tomar en cuenta la
legislación pertinente.